El informe de 2010 de La Comisión Nacional de Energía (CNE) sobre uso de biocarburantes en España afirma que estos redujeron las emisiones de gases de efecto invernadero en un 43%, el mismo porcentaje que en 2009. En concreto, las emisiones de bioetanol se redujeron en un 68% en y las de biodiésel un 37%, pero los dos porcentajes siguen estando por debajo del 35% que exige la directiva de Energías Renovables.
Más allá de las reducciones de emisiones de gases de efecto invernadero, los datos sobre el uso de biocarburantes no son positivos. Las ventas anuales de biodiésel en 2010 ascendieron a 1.554.159 m3 y las de bioetanol a 468.470 m3, lo cual supone un aumento del 32,88% y del 56,60% respectivamente. En términos de volumen representan un 5,56% del total del carburante diésel y un 6,22% de las gasolinas de automoción comercializadas, por encima de los objetivos previstos.
Otro dato negativo es la dependencia de la industria española de la materia prima exterior y el preocupante descenso de la producción de biocarburantes. Según el estudio de la CNE, ha disminuido el porcentaje de materias primas producidas en nuestro país a favor de países como Argentina o Brasil..