El Ministerio de Sanidad ha publicado una guía con Directrices para la retirada del amianto instalado, un documento destinado a facilitar a los ayuntamientos la identificación y correcta gestión de las instalaciones que aún contienen este material peligroso. El documento, elaborado en conjunto con el Ministerio para la Transición Ecológica y el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST), busca cumplir con la Ley 7/2022, de residuos y suelos contaminados para una economía circular.
Creación de censos municipales
La normativa exige a los ayuntamientos la creación de un censo de instalaciones y emplazamientos con amianto, junto con un calendario que planifique su retirada gradual. Este censo, que debe ser remitido a las autoridades competentes y estará disponible públicamente, permitirá identificar los lugares donde el amianto aún está presente. La prioridad en la retirada dependerá del grado de peligrosidad del material y de la vulnerabilidad de la población cercana.
Fecha límite: Los ayuntamientos tienen hasta 2025 para elaborar este censo, y las instalaciones públicas de mayor riesgo deben haber gestionado su retirada antes de 2028.
Metodología de identificación
Las directrices proporcionan una metodología detallada para llevar a cabo la identificación del amianto. Este proceso comienza con una fase de exploración, que busca detectar los edificios más antiguos (especialmente los construidos entre 1965 y 1990), donde es más probable encontrar materiales con amianto. Posteriormente, se realiza una inspección visual y, si es necesario, una toma de muestras para confirmar la presencia de amianto. Estos pasos aseguran que se evalúe el riesgo que representan los MCA (materiales con amianto) y se facilite la planificación de su retirada.
Gestión segura de los residuos
La gestión de los residuos derivados del desamiantado es otro de los aspectos clave de las directrices. Los residuos con amianto deben ser gestionados únicamente por empresas autorizadas. El proceso comienza con la separación y almacenamiento adecuado de los residuos en áreas seguras. Los residuos deben estar identificados y etiquetados correctamente antes de su traslado a instalaciones especializadas para su eliminación en vertedero, conforme a la normativa vigente. Durante el traslado, es imprescindible que los residuos de amianto vayan embalados en recipientes estancos, según el Real Decreto 396/2006.
Contrato y notificación: Antes de trasladar los residuos, se debe formalizar un contrato de tratamiento, realizar la notificación de traslado, y gestionar el documento de identificación a través de la plataforma de la comunidad autónoma correspondiente.
Criterios de priorización
La retirada de amianto seguirá criterios claros, dando prioridad a los lugares donde el riesgo es más elevado. Las instalaciones públicas, como colegios, hospitales y otros lugares con alta afluencia de población vulnerable, deben ser gestionadas antes de 2028, en línea con el marco legislativo actual.
Esquema de puntos clave de las Directrices para la retirada del amianto:
| ASPECTO | DESCRIPCIÓN |
|---|---|
| Creación de censos municipales | Los ayuntamientos deben elaborar un censo de instalaciones con amianto y un calendario para su retirada. |
| Metodología de identificación | Proceso que incluye una fase de exploración para detectar materiales con amianto y una inspección visual y toma de muestras. |
| Gestión segura de los residuos | Los residuos con amianto deben ser gestionados por empresas autorizadas, asegurando que no se liberen fibras tóxicas. |
| Criterios de priorización | Se prioriza la retirada en instalaciones con mayor riesgo, como colegios y hospitales, antes de 2028. |
Para obtener más información, el documento completo está disponible en el sitio web del Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo (INSST) aquí.
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