El número de víctimas debido a la mala calidad del aire es superior al de los accidentes de tráfico, lo que convierte a esta en la primera causa medioambiental de muerte prematura en la UE.. El aire impuro también afecta a la calidad de vida de quienes padecen asma o problemas respiratorios.
Janez Poto?nik, comisario de Medio Ambiente, ha declarado, por su parte, lo siguiente: «El aire que respiramos actualmente está mucho más limpio que en décadas anteriores, pero la contaminación atmosférica s¡gue siendo un «asesino invisible» que impide a muchas personas llevar una vida plenamente activa. Las actuaciones que proponemos reducirán a la mitad el número de muertes prematuras causadas por la contaminación atmosférica, aumentarán la protección de los grupos vulnerables que más la necesitan y mejorarán la calidad de vida de todos nosotros. Estas medidas suponen también una buena noticia para la naturaleza y los ecosistemas frágiles, y servirán para impulsar la industria de las tecnologías limpias, un sector de crecimiento importante para Europa.».Por su parte, Tonio Borg, comisario responsable de Salud, ha declarado lo siguiente: «Apoyo incondicionalmente la adopción de este conjunto de medidas encaminadas a lograr un aire limpio, ya que sitúan a Europa en la dirección adecuada para conseguir un aire puro para todos a largo plazo. La nueva política de calidad del aire permitirá a los europeos vivir más tiempo y con mejor salud: menos niños desarrollarán asma u otros problemas respiratorios, menos personas padecerán cáncer o enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas y menos personas morirán a consecuencia del deterioro de la salud provocado por la contaminación atmosférica.».
MEDIDAS ADOPTADAS
Las medidas adoptadas hoy tienen una serie de componentes, entre los que cabe enumerar los siguientes:
- Un nuevo Programa «Aire Puro» para Europa, con medidas para garantizar que se cumplan los objetivos existentes a corto plazo, y nuevos objetivos de calidad del aire para el período que va hasta 2030. El conjunto de actuaciones incluye también medidas para ayudar a reducir la contaminación atmosférica, centradas en la mejora de la calidad del aire en las ciudades, el apoyo a la investigación y la innovación, y la promoción de la cooperación internacional.
- Una revisión de la Directiva sobre límites máximos nacionales de emisión, con unos límites máximos nacionales de emisión más estrictos para los seis contaminantes principales.
- Una propuesta de nueva Directiva para reducir la contaminación procedente de las instalaciones de combustión de tamaño medio, como las centrales energéticas para bloques de viviendas o edificios grandes, y las instalaciones industriales pequeñas.
En 2030, y en comparación con la situación actual, se calcula que gracias al conjunto de medidas destinadas a lograr un aire puro:
- se evitarán 58 000 muertes prematuras,
- se salvarán de la contaminación producida por el nitrógeno 123 000 km2 de ecosistemas (más de la mitad de la superficie de Rumanía),
- se salvarán de la contaminación producida por el nitrógeno 56 000 km2 de zonas protegidas de la red Natura 2000 (más que toda la superficie de Croacia),
- se salvarán de la acidificación 19 000 km2 ecosistemas forestales.
Solo los beneficios que estas medidas reportan para la salud ahorrarán a la sociedad entre 40 000 y 140 000 millones de euros en costes externos y generarán en torno a 3 000 millones de euros de beneficios directos debido a una mayor productividad de la mano de obra, menores costes sanitarios, mayores rendimientos de las cosechas y menores daños causados a los edificios. La propuesta supondrá también añadir el equivalente de 100 000 nuevos empleos, creados gracias al aumento de la productividad y la competitividad resultante del menor número de días laborables perdidos. Se calcula, además, que la propuesta tendrá un efecto positivo neto en el crecimiento económico.La propuesta, basada en las conclusiones de un estudio global sobre la política de calidad del aire vigente en la UE, es el resultado de amplias consultas que permitieron observar la existencia de un amplio apoyo en favor de una actuación a escala de la UE en este ámbito.
ANTECEDENTES
Muchos Estados miembros de la UE siguen sin cumplir las normas acordadas de la UE sobre la calidad del aire; por su parte, las directrices de la Organización Mundial de la Salud sobre la contaminación atmosférica no se cumplen en general.
Si bien, gracias a la política de la UE sobre la calidad del aire, se han reducido considerablemente las concentraciones de contaminantes nocivos, como las partículas, el dióxido de azufre (la causa principal de la lluvia ácida), el plomo, los óxidos de nitrógeno, el monóxido de carbono y el benceno, sigue habiendo problemas importantes. Las partículas finas y el ozono, en concreto, siguen constituyendo importantes riesgos para la salud, y los límites de seguridad de esta se superan con frecuencia. Numerosas regiones y ciudades hacen caso omiso de las normas de calidad del aire y los objetivos de la UE, por lo que la salud pública se ve afectada en consecuencia; ello acarrea un aumento de los costes de la asistencia sanitaria, lo que va en detrimento de la economía. Se calcula que los costes externos relacionados con la salud y originados por la contaminación atmosférica a los que debe hacer frente la sociedad ascienden a un total comprendido entre 330 000 y 940 000 millones de euros anuales. La situación es especialmente grave en las zonas urbanas, en las que reside actualmente la mayoría de los europeos.
Las medidas adoptadas hoy son la culminación de una revisión profunda de la política de calidad del aire, que se inició a principios de 2011.