En el año 2012 se notificaron en España 471.223 accidentes de trabajo con baja; 408.537
de estos fueron accidentes en jornada de trabajo (86,7% del total) y 62.686 fueron accidentes in
itínere (13,3% del total).
Habitualmente se utiliza el índice de incidencia para expresar la siniestralidad, pues se
considera una forma sencilla y ajustada de valorar este fenómeno, ya que indica el número de
accidentes que se producen en un periodo determinado por cada 100.000 trabajadores afiliados
con la contingencia de accidente de trabajo y enfermedad profesional cubierta, relacionando de
esta manera el número de sucesos con la población susceptible de padecerlos.
El colectivo de los trabajadores afiliados con la contingencia de accidente de trabajo y
enfermedad profesional cubierta en el año 2012 incluye a los trabajadores afiliados al Régimen
General y Minería del Carbón, al Régimen Especial Agrario, al Régimen Especial del Mar y a
los trabajadores del Régimen Especial de Autónomos que hayan optado voluntariamente por la
cobertura de las contingencias profesionales.
En 2012 la población afiliada a la Seguridad Social con la cobertura por accidente de
trabajo era, de media, 14,34 millones de trabajadores, un 0,9 por ciento menos que en 2011.
Cuando se haga referencia al índice de incidencia, se entenderá por tal el índice de
accidentes de trabajo con baja en jornada de trabajo, excluyendo de este concepto los
accidentes que suceden al ir o volver del centro de trabajo, es decir, los accidentes in itínere. En
el caso de utilizarse otra definición se hace mención expresa en el texto.
El índice de incidencia del año 2012 fue de 2.848,9 accidentes de trabajo con baja en
jornada de trabajo por cada 100.000 trabajadores afiliados, lo que supone un descenso del 19%
respecto a 2011
El sector de actividad con mayor índice de incidencia fue Construcción, que con 6.296,9
supera en más del doble la media de los índices sectoriales. Le siguió el sector Industria, con
4.652, valor también muy superior a la media. Por debajo de la media se situaron los sectores
Agrario y Servicios, que alcanzaron valores de 2.405,1 y 2.302, respectivamente.
Respecto al año 2011, la disminución del índice de Construcción e Industria fue similar, –
18,6 y -18,7%, respectivamente. El sector Servicios tiene una disminución inferior, pero también
muy importante (-16,9%) y el sector Agrario es el que disminuye en menor proporción (-7,8%)
(figura 2).
2.- ÍNDICE DE INCIDENCIA POR DIVISIÓN DE ACTIVIDAD ECONÓMICA
Los índices sectoriales (tabla 1) presentan una información agregada muy útil y de amplia difusión. No obstante, atendiendo a la diversidad de actividades económicas concretas que agrupa cada sector, que se traduce en una diversidad de riesgos y, por lo tanto, de siniestralidad laboral, se muestran en este apartado los índices de incidencia con la desagregación de la actividad económica en 88 divisiones de actividad, que se considera un nivel de detalle suficiente para profundizar en el comportamiento de los sectores. Estas divisiones son las agrupaciones a dos dígitos del código CNAE 2009.
En el año 2012 solo las «Actividades relacionadas con el empleo» aumentaron notablemente su índice de incidencia, el 15,5%, y la «Pesca y acuicultura» experimentó un discreto incremento del 0,4%.
El resto de las divisiones de actividad sigue la tendencia general de la siniestralidad laboral, con descensos de los índices de incidencia, en general bastante destacados.
Al igual que los datos obtenidos en años anteriores, la incidencia de accidentes de trabajo fue 2,2 veces mayor en los varones que en las mujeres. Considerando la gravedad de los accidentes, esta relación empeora conforme aumenta la gravedad de los accidentes de trabajo, llegando a ser la mortalidad por accidente de trabajo 19 veces mayor en los varones.
4.- EDAD
En el año 2012 la distribución de la población afiliada a la Seguridad Social con las contingencias cubiertas, según su edad, es la siguiente: los trabajadores más jóvenes, entre 16 y 24 años representan el 5,6%; en la franja de edad entre 25 y 49 años están el 70,2%; y el 24,2% de los trabajadores tienen 50 años o más. Estos datos, confrontados con los de 2011, están reflejando el aumento relativo de la franja de mayor edad, fundamentalmente debido a la disminución de los afiliados más jóvenes.
El índice de incidencia de los trabajadores más jóvenes fue superior al del resto de trabajadores: 1,2 veces mayor que el de los trabajadores con edades comprendidas entre 25 y 49 años y 1,3 veces mayor que el de los trabajadores de 50 años o más. Esta relación se ha demostrado estable durante años sucesivos en los que había distintas situaciones económicas, lo que constata que los trabajadores jóvenes deben ser considerados un grupo de especial atención en cuanto a su incidencia de accidentes de trabajo.
Cuando se analiza la incidencia de accidentes de trabajo mortales la situación es completamente distinta, ya que los trabajadores de mayor edad presentaron un índice 3,8 veces mayor que los trabajadores más jóvenes y 2,4 veces mayor que los trabajadores con edades comprendidas entre 25 y 49 años.
5.- TIPO DE CONTRATO
En el año 2012, la distribución de accidentes fue la siguiente: el 67% de los accidentes los
sufrieron trabajadores con contrato indefinido y el 32,9%, trabajadores con contrato temporal.
Para el cálculo de los índices de incidencia según el tipo de contratación se ha elegido el
colectivo de trabajadores asalariados de la Encuesta de Población Activa (EPA) y se han
calculado los índices de incidencia correspondientes según el tipo de contratación. Quedan
excluidos de este análisis los trabajadores autónomos.
En el año 2012 el índice de incidencia de los trabajadores temporales fue 1,6 veces mayor
que el de los trabajadores indefinidos. Esta relación se viene manifestando desde hace
varios años, prácticamente con la misma magnitud, asentándose la necesidad de actuar sobre este
colectivo.
En todos los sectores de actividad se observa que el índice de incidencia de los trabajadores temporales es mayor que el índice de indefinidos. Los sectores en los que este resultado es especialmente destacado son Construcción e Industria. De nuevo este efecto viene detectándose desde años anteriores
6.- TAMAÑO DE LA EMPRESA
En el año 2012, la distribución de trabajadores inscritos en la Seguridad Social según el tamaño de la empresa para la que trabajaban era la siguiente: el 22,2% de los afiliados trabajaba en empresas de 1 a 9 trabajadores. El tamaño de plantilla de 10 a 25 trabajadores agrupa al 12% de los trabajadores y, en global, el 42,1% de los trabajadores estaba en empresas de menos de 50.
Esta información está extraída del Registro de Empresas por Cuenta Ajena inscritas a la Seguridad Social en 2011, datos a 31 de diciembre, en el Régimen General y Minería del Carbón, Régimen Especial de Trabajadores del Mar y Régimen Especial Agrario,
Estos datos son similares a los observados en años anteriores, constatándose por tanto que la actividad productiva en España se sigue desarrollando fundamentalmente en pequeñas y medianas empresas.
En el cálculo de los índices de incidencia se han utilizado datos de accidentes de Trabajo exclusivamente del Régimen General y Minería del Carbón, Régimen Especial Agrario y Régimen Especial de Trabajadores del Mar.
Las empresas con plantillas de 10 a 249 trabajadores presentaron una siniestralidad muy elevada en 2012, siendo el dato más destacado las empresas de 26 a 49 trabajadores con 4.810 accidentes por cien mil trabajadores afiliados.
La incidencia de accidentes graves fue muy importante en las empresas de 1 a 49
trabajadores, despuntando especialmente el dato de 45,5 accidentes por cien mil afiliados en
empresas con plantilla de 10 a 25 trabajadores.
Los accidentes mortales se agruparon especialmente en empresas de 10 a 49 trabajadores,
siendo el dato más significativo 6,1 accidentes mortales por cien mil afiliados en empresas de 10
a 25 trabajadores.
En el seno de Eurostat viene trabajándose desde hace años en la armonización de las estadísticas de accidentes de trabajo entre los países europeos. Fruto de estos trabajos se llegó al compromiso, por parte de los países miembros, de incluir unas variables comunes en la notificación de los accidentes de trabajo que permitan producir estadísticas comparables. Desde el año 2003 España asume este compromiso, incluyendo en el parte de accidente de trabajo una serie de campos de obligado cumplimiento cuyo objetivo es reconstruir una descripción de lo sucedido. Esta información resulta de gran utilidad para relacionar las circunstancias que rodean al accidente, permitiendo establecer la tipología de estos, aunque la determinación de las causas precisas que lo produjeron implicaría una labor de investigación que no se realiza para todos los accidentes ocurridos.
El «tipo de trabajo» muestra la actividad general o tarea que la persona realizaba en el momento de producirse el accidente, la variable «actividad física» describe la acción que realizaba el trabajador justo antes del accidente, la «desviación» describe el hecho anormal que ha provocado el accidente y la «forma-contacto» muestra el modo en que la víctima se ha lesionado.
8.- MORTALIDAD POR ACCIDENTE DE TRABAJO
En el año 2012 sucedieron 452 accidentes de trabajo mortales en jornada de trabajo, que suponen un 0,1% de los accidentes de trabajo con baja de este año.
La mortalidad por accidente de trabajo viene disminuyendo desde hace más de una década.
No obstante, el análisis e investigación de los accidentes mortales de trabajo sigue siendo una tarea fundamental en la prevención de riesgos laborales, con el fin de evitar la pérdida de vidas humanas, que es la consecuencia más indeseable de los riesgos en el trabajo.