El Consejo de la Unión Europea ha aprobado este martes, 5 de noviembre, la Nueva Directiva de Tratamiento de Aguas Residuales Urbanas. La Unión Europea ha dado un paso significativo hacia la mejora de la gestión de aguas residuales urbanas al aprobar una nueva directiva que redefine los estándares para el tratamiento de estas aguas. Esta normativa amplía el alcance de las regulaciones a pequeñas aglomeraciones y busca abordar una gama más amplia de contaminantes, incluyendo micropartículas. Se enmarca en el Plan de Acción de Cero Contaminación de la UE y busca lograr una neutralidad energética para el sector en los próximos años.
Cobertura Ampliada y Mayor Control de Contaminantes
La directiva exige que todos los estados miembros recojan y traten las aguas residuales en aglomeraciones urbanas que superen los 1.000 habitantes-equivalentes, en comparación con el umbral previo de 2.000 h-eq. Esta reducción del umbral permite que un mayor número de áreas urbanas, especialmente las de menor tamaño, se beneficien de sistemas de recogida y tratamiento, reduciendo así la contaminación. Además, para el año 2035, todos los estados deberán realizar un tratamiento secundario de estas aguas, eliminando materia orgánica biodegradable, y a partir de 2039, será también obligatorio un tratamiento terciario que elimine nitrógeno y fósforo en plantas con cargas de 150,000 habitantes-equivalentes.
Tratamiento de Micropartículas y Responsabilidad del Productor
Uno de los puntos clave de esta nueva normativa es el tratamiento de los microcontaminantes, como aquellos provenientes de productos farmacéuticos y cosméticos. A través de un esquema de Responsabilidad Ampliada del Productor, la directiva establece que las empresas de estos sectores deberán financiar, al menos en un 80%, el coste del tratamiento adicional necesario para eliminar estos contaminantes, siguiendo el principio de «quien contamina paga». Este tratamiento cuaternario será obligatorio para 2045.
Hacia la Neutralidad Energética
La directiva también persigue que el sector de aguas residuales urbanas contribuya a los objetivos de neutralidad climática de la UE. A partir de 2045, las plantas de tratamiento de aguas que gestionen cargas de más de 10.000 habitantes-equivalentes deberán operar con energía de fuentes renovables generada en sus propias instalaciones, promoviendo así un modelo de gestión autosuficiente y sostenible.
Próximos Pasos: Implementación en los Estados Miembros
Tras su publicación en el Diario Oficial de la UE, los estados miembros tendrán un plazo de 31 meses para adaptar sus legislaciones nacionales a las nuevas exigencias de la directiva. Esta actualización supone una evolución de la normativa original de 1991, que ya había logrado avances significativos en la reducción de la contaminación del agua en toda Europa.
Con esta nueva directiva, la UE continúa liderando los esfuerzos globales hacia un medio ambiente más limpio y hacia el cumplimiento de objetivos de sostenibilidad y eficiencia energética en el sector de tratamiento de aguas urbanas.