La gestión eficiente del agua es un reto crucial para garantizar su disponibilidad y calidad. En este sentido, la legislación europea y nacional han establecido una serie de medidas para evaluar y reducir las fugas estructurales en las redes de abastecimiento.
El artículo 4.3 de la Directiva (UE) 2020/2184, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, obliga a los Estados miembros a evaluar los niveles de fuga de agua en su territorio y establecer medidas para su reducción. En España, el Real Decreto 3/2023 refuerza este compromiso, estableciendo un calendario específico para la identificación y notificación de fugas estructurales.
¿Qué son las fugas estructurales y por qué deben evaluarse?
Las fugas estructurales son pérdidas de agua en infraestructuras de abastecimiento derivadas del deterioro de conducciones, materiales obsoletos o defectos en el diseño y mantenimiento. Sin embargo, estas fugas pueden suponer un problema grave en la eficiencia del suministro y en la conservación del recurso hídrico, afectando tanto a la economía como al medio ambiente.
Según el artículo 4.3 de la Directiva (UE) 2020/2184, relativa a la calidad de las aguas destinadas al consumo humano, los Estados miembros deben evaluar los niveles de fuga de agua en su territorio y establecer medidas para su reducción. En España, este compromiso se materializa a través del Real Decreto 3/2023, que fija un calendario para la identificación y notificación de estas fugas.
Plazos y obligaciones en España
El artículo 47 y la disposición adicional decimotercera del Real Decreto 3/2023 establecen que antes del 31 de marzo de 2025, se debe realizar la evaluación de fugas estructurales en las conducciones de agua bruta y de agua destinada al consumo humano.
Para facilitar este proceso, el MITECO ha habilitado un procedimiento específico en su sede electrónica para la notificación de fugas estructurales. Este mecanismo permitirá recopilar datos esenciales para la elaboración del Informe sobre Fugas Estructurales, que será presentado antes del 1 de diciembre de 2025, y cuyos resultados serán remitidos a la Comisión Europea antes del 12 de enero de 2026.
Relevancia del control de fugas estructurales
El control de fugas estructurales no solo es una obligación legal, sino una necesidad para optimizar la gestión del agua y reducir el desperdicio de un recurso cada vez más escaso. Las fugas pueden representar un elevado porcentaje de pérdidas en algunas redes de abastecimiento, afectando tanto a la sostenibilidad ambiental como a la eficiencia económica de los operadores.
La detección y reparación de fugas contribuye a:
- Mejorar la eficiencia hídrica, evitando pérdidas innecesarias de agua.
- Reducir costes de mantenimiento y suministro, optimizando el rendimiento de las infraestructuras.
- Cumplir con la legislación vigente, evitando posibles sanciones y asegurando el acceso a financiación para proyectos de mejora.
Evaluación de fugas estructurales: Eurofins y el cumplimiento normativo
En este contexto, Eurofins Environment Testing Spain ofrece soluciones avanzadas para el análisis y control de la calidad del agua, incluyendo la evaluación y reporting de fugas estructurales. Nuestro equipo especializado ayuda a garantizar el cumplimiento normativo y a mejorar la eficiencia en la gestión de recursos hídricos.