La Unión Europea ha publicado una guía con medidas de salud y seguridad que ofrecen apoyo práctico para la vuelta al trabajo. Se tratan de unas directrices no vinculantes para la adaptación de los lugares de trabajo y para la protección de los trabajadores a la hora de retomar la actividad.
1. Actualizar la evaluación de riesgos
El primer paso para gestionar la salud y seguridad en el trabajo bajo las medidas contra la COVID-19 es actualizando las evaluaciones de riesgo. Para ello es necesario disponer de información actualizada de las autoridades públicas sobre la prevalencia de la COVID-19 en su región. Una vez que se haya actualizado la evaluación de riesgos, lo siguiente es elaborar un plan de acción con medidas adecuadas, donde se tenga en cuenta las siguientes cuestiones
Minimizar la exposición a la COVID-19 en el trabajo
La aplicación de prácticas para limitar la exposición a la COVID-19 en el trabajo requiere, en primer lugar, evaluar los riesgos y después aplicar la jerarquía de controles. Esto significa aplicar medidas de control para eliminar el riesgo y, si en caso de que no sea posible, minimizar la exposición de los trabajadores.
Se puede comenzar con medidas colectivas y, si fuera necesario, complementarlas con medidas individuales, como equipos de protección individual (EPI). Algunos ejemplos de medidas de control pueden ser:
- Ofrecer teletrabajo.
- Reducir, en la mayor medida posible, el contacto físico entre los trabajadores (por ejemplo, durante las reuniones o los descansos).
- Eliminar o limitar en la medida de lo posible la interacción física con y entre clientes.
- Para el reparto de mercancías, realizar la recogida o la entrega fuera de las instalaciones.
- Colocar una barrera impermeable entre los trabajadores, en especial si no es posible mantener una distancia de dos metros entre ellos.
- Si el contacto cercano es inevitable, debe restringirse a menos de 15 minutos.
- Facilitar una solución de agua y jabón o un desinfectante de manos adecuado en lugares prácticos y aconsejar a los trabajadores que se laven las manos con frecuencia.
- Si se identifica un riesgo de infección a pesar de haber aplicado todas las medidas de seguridad factibles, se debe facilitar todos los EPI necesarios. Es importante formar a los trabajadores en el uso correcto de los equipos de protección individual.
- Colocar carteles con infografías que recuerden a los trabajadores protocolos a la hora de lavarse las manos, información sobre posibles síntomas, qué hacer en caso de tenerlos, etc.
- Facilitar a los trabajadores el uso de transporte individual.
- Aplicar políticas de baja flexible y trabajo remoto para limitar la presencia en el lugar de trabajo.
Retomar el trabajo después de un periodo de cierre
Si el lugar de trabajo ha sido cerrado durante un tiempo por motivos relacionados con el COVID-19, se debe trazar un plan para la vuelta que tenga en cuenta la salud y la seguridad:
- Hay que actualizar las evaluaciones de riesgo.
- Adaptar la distribución del lugar de trabajo y la organización del trabajo para reducir la transmisión del COVID-19 antes de comenzar la actividad.
- Contactar con el servicio de prevención.
- Prestar especial atención a los trabajadores de alto riesgo y prepararse para proteger a los más vulnerables (personas mayores, embarazadas, personas con enfermedades crónicas, persona bajo tratamiento inmunosupresor…).
- Ofrecer apoyo a los trabajadores que puedan tener ansiedad o estrés.
- Facilitar información a los trabajadores sobre las fuentes públicas disponibles de asistencia y asesoramiento.
- Atender a las preocupaciones de los trabajadores sobre las medidas de protección y protocolos llevados a cabo para garantizar su seguridad y salud.
Afrontar un índice elevado de absentismo por COVID-19
Los trabajadores en los que se ha confirmado el COVID-19 estarán ausentes y no podrán trabajar durante un tiempo significativamente prolongado en el centro de trabajo. Además, es posible que algunos trabajadores deban ausentarse para cuidar de un familiar.
A pesar de la ausencia significativa de trabajadores, no se debe sobrecargar a los que están disponibles. Los supervisores tienen un papel fundamental en este aspecto.
Asimismo, se debe adaptar el trabajo para hacer frente a una reducción del personal, aplicando nuevos métodos y procedimientos y cambiando funciones y responsabilidades. En caso de que los empleados necesiten formación, hay que facilitársela para que puedan desarrollar las rareas encomendadas.
Gestionar a los trabajadores desde casa
Como parte de las medidas de distanciamiento social aplicadas en la mayoría de los países miembros, se anima a los trabajadores a trabajar desde casa si la naturaleza de su trabajo lo permite. Para muchos de ellos es la primera vez que teletrabajan. Estas son algunas sugerencias para minimizar los riesgos para los trabajadores que no han podido preparar adecuadamente su lugar de trabajo en casa:
- Realizar una evaluación de riesgos junto con los teletrabajadores y sus representantes.
- Permitir que los trabajadores se lleven a casa de forma temporal los equipos que utilizan normalmente para trabajar. Incluso el mobiliario, como las sillas.
- Facilitar a los teletrabajadores directrices sobre ergonomía.
- Animar a los trabajadores a que hagan descansos activos.
- Garantizar que existen una buena comunicación a todos los niveles.
- Tener en cuenta las circunstancias personales del trabajador.
- Ayudar a los trabajadores a establecer límites saludables entre el trabajo y el ocio.
2. Incluir a los trabajadores
Es importante que consultar a los trabajadores o a sus representantes y a los representantes de salud y seguridad sobre los cambios previstos y la forma en que los procesos temporales se llevarán a la práctica. Incluir a los trabajadores en la evaluación de riesgos y el desarrollo de soluciones es una parte importante de unas buenas prácticas para la salud y la seguridad. Los representantes y comités para la salud y la seguridad pueden colaborar en el diseño de medidas preventivas y garantizar que estas se apliquen con éxito.
3. Cuidar de los trabajadores que han estado enfermos
Las personas que ha estado graves por COVID-19 requieren de una consideración especial, incluso una vez recuperadas y después de haber sido declaradas aptas para trabajar. Por eso es posible que los trabajadores en esta situación requieran una adaptación del trabajo, ya que han podido sufrir debilidad muscular y problemas de memoria y concentración. De hecho, se estima que las personas enfermas por COVID-19 que han estado en cuidados intensivos pueden necesitar hasta un año para volver al trabajo y, dependiendo del caso, es posible que no puedan retomarlo nunca.
El servicio de prevención es el más indicado para facilitar asesoramiento sobre cómo ocuparse de los trabajadores que han estado enfermos y las adaptaciones necesarias en su trabajo.
4. Planificar y aprender para el futuro
Es de vital importancia elaborar o actualizar los planes de contingencia ante la crisis para los acontecimientos de cierre y arranque en el futuro. Incluso las pequeñas empresas pueden elaborar una lista de comprobación para prepararse en caso de que se produzcan estos acontecimientos de nuevo. Las empresas que han optado por el teletrabajo por primera vez pueden contemplar la posibilidad de adoptarlo como una práctica de trabajo moderna y a largo plazo. La experiencia adquirida durante la situación de emergencia sanitaria por COVID-19 puede servir para desarrollar una política y unos procedimientos de teletrabajo o revisar los ya existentes.
5. Mantenerse bien informado
La cantidad de información relacionada con la COVID-19 puede resultar abrumadora y a veces resulta complicado diferenciar los datos fiables y precisos de los vagos y engañosos.
Compruebe siempre que la fuente original de la información esté consolidada y sea de reputación. Las fuentes de información oficiales sobre la COVID-19 son:
- Organización Mundial de la Salud.
- Centro Europeo para la Prevención y el Control de las Enfermedades.
- Comisión Europea.
- Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo.
Asimismo, en España puede acudir siempre a los portales web de ministerios (economía, trabajo, sanidad…) o de entidades como el Instituto Nacional de Seguridad y Salud en el Trabajo para disponer de fuentes especializadas y actualizadas.
Puede descargar la guía de la UE sobre medidas de salud y seguridad para la vuelta al trabajo en el idioma que desee en el siguiente enlace.