Describimos las principales características de los cascos de EPIs, su vida útil y explicación sobre las indicaciones que en ellos figuran.
El principal objetivo de los EPIs es proteger a los trabajadores de los peligros derivados de sus trabajos por lo que la caducidad de los mismos es un factor muy importante que no debemos dejar a un lado, ya que con el paso del tiempo los EPIs van perdiendo propiedades pudiendo incluso llegar a no realizar sus funciones.
Las principales funciones de los cascos son proteger de los riesgos mecánicos (choques, atrapamientos, caída de objetos), de los riesgos eléctricos, térmicos, etc.
Tipos de cascos
A grandes rasgos podríamos clasificar (según la Norma Europea) los cascos en:
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Cascos de protección para la industrial (NORMA UNE-EN 397):
Han de pasar una serie de ensayos, los cuales se consideran como requisitos obligatorios de los cascos:
- Perforación: se utilizará un percusor y la punta de este no debe entrar en contacto con la cabeza que se utiliza para el ensayo.
- Impacto: La fuerza que se transmite a la cabeza de ensayo no debe exceder los 5,0 kN.
- Barbuquejo: La liberación de la mandíbula artificial utilizada para el ensayo no debe tener una fuerza superior a 250N ni inferior a 150N, debido a la rotura de los puntos de anclaje del barbuquejo.
- Llama: los materiales deben ser tales que no ardan después de transcurrir 5 segundos desde que la llama es retirada.
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Cascos contra golpes (NORMA UNE-EN 812):
Estos no pueden usarse en áreas donde sea obligatorio el casco de protección, ya que están diseñados para golpes con objetos fijos y no protegen en caso de caída de objetos.
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Cascos aislantes eléctricos para baja tensión (NORMA UNE-EN 50365):
Estos pueden ser usados para realizar trabajos en tensión o en sus proximidades siempre y cuando la tensión no exceda de 1000 V en corriente alterna o 1500 V en corriente continua.
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Cascos con altas prestaciones. (NORMA UNE-EN 14052).
Este debe ponerse con barbuquejo si viene con el marcado KS.
Para que los cascos cumplan las funciones para las que son asignados debemos entonces tener en cuenta el periodo de uso de los mismos para que sigan manteniendo sus propiedades.
No se debe confundir fecha de caducidad con vida útil, los cascos no tienen fecha de caducidad, sino una vida útil recomendada por el fabricante. Quizás nos hayamos preguntado en alguna ocasión, ¿qué es esa especie de “reloj” que aparece en los cascos? Pues bien, esa especie de reloj, se denomina gráfica polar y en ella se refleja la fecha de fabricación (año y trimestre) y sobre ella, el fabricante nos indica una vida útil.
Además de esta gráfica polar el casco debe tener:
- Marcado CE.
- Número de la Norma Europea (EN397).
- Tipo de casco.
- KS (si se suministra con barbuquejo).
El fabricante adjunta siempre junto al EPI una documentación adicional en la que aparece un folleto, un manual, unas instrucciones de seguridad y la identificación de la “fecha de caducidad”, ya que basándose en la fecha de fabricación y suponiendo un uso correcto del casco el fabricante estima la vida útil del mismo, la cual varía de un fabricante a otro, por lo que es otro motivo más que no nos permite definir la caducidad de estos.
Factores que afectan a los cascos
Otros de los factores que alteran la vida útil del mismo son:
- Si ha sufrido un golpe fuerte.
- Si se ha caído una herramienta sobre él.
- Si se ha caído desde gran altura.
- Si se expone al sol, y a condiciones climatológicas adversas.
- Si se le da un uso incorrecto, falta de limpieza, etc.
Todo esto provoca que el casco vaya perdiendo sus propiedades, de ahí que no se le pueda poner una fecha exacta de caducidad, pero tampoco implica que se puedan utilizar de manera indefinida, siempre hay que atender a dichas especificaciones del fabricante sobre su vida útil y el uso que le hemos dado a dicho casco durante los trabajos realizados.