DIRECTIVA 2009/125/CE DEL PARLAMENTO EUROPEO Y DEL CONSEJO, de 21 de octubre de 2009, por la que se instaura un marco para el establecimiento de requisitos de diseño ecológico aplicables a los productos relacionados con la energía (refundición).
En concreto, esta directiva comunitaria fija la eliminación progresiva entre 2009 y 2016 de las lámparas incandescentes tradicionales y establece un calendario cuya aplicación comenzó en septiembre de 2009 con la eliminación de las bombillas de 100 W y continuó con las de 75 W.
El objetivo de esta directiva europea es no solo reducir el consumo energético, sino evitar los residuos generados por estos dispositivos.
El director general de Osram, Cristóbal Ripoll, destacó que, con la tecnología existente en la actualidad, las bombillas incandescentes, «son poco eficientes ya que el 95% de la electricidad que consumen la transforman en calor y solo el 5% restante en luz».
Como alternativas, Ripoll apostó por las halógenas, fluorescentes compactas y de led, con características que «permiten resolver mejor las necesidades de los consumidores«, informó la compañía en un comunicado.
Así, el próximo 1 de septiembre marcará el fin para la bombilla incandescente tradicional, uno de los inventos más utilizados por la humanidad desde su creación en el año 1.879 por Thomas Alva Edison.