En 2006 ya se prohíbe la comercialización de termómetros médicos para la fiebre que contengan mercurio, así como de otros dispositivos de medición que contengan mercurio destinados a la venta al público en general.
En función de los últimos informes de la Comisión la Unión Europea ve conveniente aumentar las restricciones para mercurio y fenilmercurio.
A partir del 10 de abril de 2014 no podrán comercializarse dispositivos de medición que contengan mercurio y estén destinados a usos industriales y profesionales (barómetros, higrómetros, manómetros, esfingmomanómetros, extensímetros que se utilizan con pletismógrafos, tensiómetros, termómetros y otras aplicaciones termométricas no eléctricas) ni dispositivos de medición que utilicen mercurio y estén destinados a usos profesionales e industriales (picnómetros de mercurio y dispositivos de medición de mercurio para determinar el punto de reblandecimiento).
Y, a partir de octubre de 2017 las restricciones afectarán a:
- Fabricación, comercialización y uso de compuestos de mercurio como sustancias ni en mezclas después si la concentración de mercurio en las mezclas es igual o superior al 0,01 % en peso.
- Los artículos o las partes de artículos que contengan una o varias de estas sustancias no se comercializarán después del 10 de octubre de 2017 si la concentración de mercurio en los artículos o en cualquier parte de estos es igual o superior al 0,01 % en peso.».
Con respecto al FENILMERCURIO, se añade una nueva entrada 62 para Acetato, Propionato , 2-etilhexanoato , Octanoato y Neodecanoato, con las siguientes restricciones:
- No se fabricarán, comercializarán ni utilizarán como sustancias ni en mezclas después del 10 de octubre de 2017 si la concentración de mercurio en las mezclas es igual o superior al 0,01 % en peso.
- Los artículos o las partes de artículos que contengan una o varias de estas sustancias no se comercializarán después del 10 de octubre de 2017 si la concentración de mercurio en los artículos o en cualquier parte de estos es igual o superior al 0,01 % en peso.
PELIGROSIDAD DEL MERCURIO
El mercurio y sus compuestos son extremadamente tóxicos para los seres humanos, los ecosistemas y la vida silvestre. En dosis elevadas, el mercurio puede ser mortal para los seres humanos, pero incluso en dosis relativamente bajas puede acarrear problemas graves de desarrollo neurológico y se ha relacionado con posibles efectos nocivos para los sistemas cardiovascular, inmunológico y reproductor. Se considera que el mercurio es un contaminante persistente a nivel mundial, que circula entre el aire, el agua, los sedimentos, el suelo y la biota en distintas formas.
En el medio ambiente, puede transformarse en metilmercurio, su forma más tóxica. El metilmercurio se biomagnifica sobre todo en la cadena alimentaria acuática, lo que hace que la población humana y la fauna silvestre que ingieren mucho pescado y marisco sean particularmente vulnerables.
El metilmercurio atraviesa fácilmente la barrera placentaria y la barrera hematoencefálica, dificultando el desarrollo mental antes incluso del nacimiento, lo que hace que la exposición de las mujeres en edad de procrear y de los niños sea la más preocupante. El mercurio y sus productos de degradación, sobre todo el metilmercurio, preocupan en la misma medida que las sustancias persistentes, bioacumulables y tóxicas (sustancias PBT), y tienen la propiedad de propagarse a gran distancia.
Por este motivo la Unión Europea incluye, en la legislación de seguridad, restricciones globales al uso de estas sustancias.