La Eurocámara ha aprobado una directiva que introducirá límites más estrictos para las emisiones industriales a partir de 2016.
La nueva legislación busca reducir las emisiones de partículas, óxidos de nitrógeno y dióxido de azufre. Algunas instalaciones de combustión tendrán de plazo hasta 2020 para adaptarse a la normativa, que se aplicará a más de 50.000 plantas en toda la UE.
La nueva legislación actualiza e integra en un solo texto siete directivas comunitarias, incluida la de prevención y control integrados de la contaminación (IPPC) y la relativa a las grandes instalaciones de combustión.
Plazos flexibles para algunas instalaciones:
Las partículas, los óxidos de nitrógeno y el dióxido de azufre pueden ser especialmente perjudiciales para la salud y el medio ambiente. La nueva norma introduce límites más estrictos para estas emisiones a partir de 2016. El acuerdo establece que los Estados miembros podrán aplicar planes transitorios nacionales para ampliar el plazo para las instalaciones de combustión (incluyendo las de combustibles fósiles) hasta julio de 2020.
Algunas plantas antiguas no tendrán que cumplir los nuevos objetivos, con la condición de que cierren antes de finalizar 2023 o no funcionen más de 17.500 horas a partir de 2016. Las nuevas instalaciones tendrán hasta 2012 para cumplir las nuevas normas.
Para obtener un permiso, las instalaciones cubiertas por las normas IPPC tendrán que aplicar las mejores técnicas disponibles para mejorar su eficiencia y reducir las emisiones al aire, al agua y al suelo.